viernes, 6 de enero de 2023

EL MÉTODO PILATES

El movimiento es uno de los grandes dones que ha recibido el ser humano.

Joseph Pilates empezó a desarrollar su sistema científico de acondicionamiento físico hace casi ochenta años y tras décadas de investigación recopiló sus descubrimientos para elaborar la forma de ejercicio hoy por hoy tan popular. Es un sistema de acondicionamiento corporal basado en el principio que el cuerpo ha de estar controlado a través de la disciplina de la mente y en el cuál el cuerpo trabaja en una posición horizontal, con lo que así queda eliminado el problema de la gravedad.

El creador de este régimen adecuado para todos los estados de salud y forma física nació en Alemania en 1880. Fue un ferviente estudioso de las filosofías orientales como el Yoga y el Karate. Recurrió a todos sus conocimientos, estudios y experiencia para crear un método gimnástico completo que combinara las disciplinas del Oriente y Occidente, los principios de la gimnasia y del yoga, y los ejercicios psíquicos y físicos que fortalecieran el cuerpo y liberaran la mente. Joseph Pilates fue sin duda el primer y verdadero fisioterapeuta. Esta profesión surgió después de la Primera Guerra Mundial, cuando los soldados empezaron a regresar tullidos a sus hogares.

Los principios fundamentales son bastante simples. El método Pilates consiste básicamente en una serie de posturas y ejercicios relacionados entre sí a fin de mejorar la circulación y la flexibilidad, y fortalecer zonas específicas del cuerpo. La tabla en conjunto ayuda al cuerpo a alcanzar un estado de armonía, para que todas sus partes se ejerciten como una unidad. El movimiento en sí es muy importante para ayudar a trabajar los órganos internos y movilizar la linfa, por eso el principio esencial de esta gimnasia es ”La circulación es lo que cura.”

Al respirar, en lugar de expandir la parte frontal del pecho hacia fuera o hinchar el vientre, debemos concentrarnos en llenar de aire la parte más baja de los pulmones. Debemos tener la sensación de llevar el aire a la región lumbar. Esta forma de respiración profunda nos permite flexionarnos y movernos sin limitar la cantidad de oxígeno que inspiramos. La entrada de oxígeno nos permite nutrir los músculos que estamos empleando. Al espirar profundamente, todos los gases inservibles y las toxinas almacenadas en el cuerpo encuentran una vía de escape. Cuando esas sustancias se expulsan, se nos despeja la cabeza, aumenta nuestra resistencia, se liberan los ácidos lácticos de la musculatura causantes de ciertos dolores y, lo que es más importante, nos sentimos más relajados.
Es pocas palabras, espirar es casi igual que tirar de la cadena del inodoro. Es una de las formas primarias que tiene el cuerpo para deshacerse de las sustancias insalubres.

Una de las habilidades que vas a aprender al practicar este método es moverte sin generar tensiones indebidas en zonas del cuerpo que no estás ejercitando.
Inicia todos los movimientos desde tu centro energético. Esto te ayudará a fortalecer los músculos más pequeños y los ligamentos que sirven de apoyo a los músculos y articulaciones mayores. Cuando la fuerza del centro energético puede apoyar la columna de forma adecuada, empezamos a alcanzar un equilibrio físico. Conseguir el equilibrio en todas las áreas de la vida requiere que encontremos un punto central, un centro energético, el núcleo del cuerpo. Gran parte de esta gimnasia se basa en el descubrimiento de dicho centro. Un lugar de equilibrio, que es real y palpable, con el que te sentirás más ligado a medida que realices y mejores en la práctica de esta gimnasia. Un ceramista ha de centrar la arcilla sobre al torno antes de crear con éxito un objeto útil. Si está descentrada, una lavadora se agitará hasta provocar una avería o se apagará. Al practicar un deporte, puedes quedarte sin equilibrio si no estás centrado, y lo mismo ocurre con esta gimnasia. Científica y psicológicamente se explica porque cualquier cosa funciona mejor cuando se manipula desde el centro. Lo mismo ocurre con tu cuerpo y tu vida. Pilates te permitirá desarrollar este centro.
Al emanar el movimiento desde el centro, esta es la forma en que el cuerpo está diseñado para ejercitarse. El método Pilates es mucho más orgánico que el ejercicio tradicional, porque intensifica el proceso secuencial de desarrollo normal. Es decir, se adecua a la forma en que estamos diseñados para movernos.

Al practicar esta forma de ejercicio fortaleces los grupos musculares debilitados o atrofiados. Desarrollas los grupos de músculos pequeños que sirven de apoyo a los músculos más grandes. Equilibras la fuerza de la musculatura y aumentas la circulación en general, puesto que aportas más oxigeno a los músculos. Y lo más importante, esta gimnasia está diseñada científicamente para eliminar o disminuir de forma notable el riesgo de recurrencia de la lesión o de agravar el problema o el estado de la zona de la que proviene el dolor.

Joseph Pilates decía que la columna debe estar recta como una columna griega. Si no estamos alineados, sobrecargamos los músculos al hacerles soportar el peso que debería cargarse sobre la estructura ósea. Como consecuencia, esos músculos se tensarán por el exceso de uso o se atrofiarán por la falta del mismo, porque no sirven de apoyo de nada. Si se ignoran los aspectos posturales básicos, el dolor crónico se extenderá en un radio que irá en aumento.

Entender las principales razones de por qué y como nos lesionamos nos garantiza que prevendremos las lesiones. Las principales razones de por qué nos lesionamos son la falta de conciencia del movimiento, el ejercicio realizado fuera del marco corporal, el desequilibrio físico, la falta de fuerza y la falta de flexibilidad.

Cuando sufrimos una lesión, nuestro movimiento se ve limitado, y como consecuencia disminuye nuestra calidad de vida. Sin embargo, puedes hacer algo para impedir que esto ocurra. Al equilibrar el cuerpo haces algo muy saludable. Cuando están equilibrado, estás en armonía contigo mismo y con el mundo que te rodea. Se desarrolla una significativa faceta de movimiento.

Esta gimnasia despeja la mente y permite vivir en el presente. Te ayudará a sentirte centrado y con los pies en la tierra, por ello actuarás de forma más diligente, concentrada y despejada. Gracias a ella poseerás un entendimiento más profundo de tu entorno, porque tu interior se relajará y no tendrá distracciones. Estarás lista para cualquier desafío que se cruce en tu camino. Te ayudará a vivir en el presente y te permitirá disfrutar más de tus momentos de descanso.

El orgullo que sientes al superarte en la realización de una actividad física se puede llamar orgullo diario. Los esfuerzos que realizamos para mejorar nuestra forma física nos aportan una sensación de seguridad en nosotras mismas y la capacidad de sentirnos bien con quien somos, así como la sensación de que, al ser capaz de hacer cualquier cosa que nos propongamos.

Cuando somos capaces de conquistar físicamente las limitaciones del cuerpo, todos los aspectos de la vida se simplifican. Nos sentimos más cómodas en nuestra propia piel. Disfrutamos algo más de ser quienes somos. En ese momento aceptamos nuestras limitaciones y ansiamos mejorar. Cuando amamos a alguien, lo amamos por sus virtudes y defectos. Solo aprendiendo a aceptarnos podemos aprender amarnos. Al practicar ejercicio sentirás como tu cuerpo se eleva, eso resultará en un estado de ánimo jubiloso y exultante. Esta intensa concentración física general lo que se conoce como conexión cuerpo-mente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario