domingo, 4 de junio de 2023

EL DOLOR DE ESPALDA Y LAS EMOCIONES

Los órganos lloran las lágrimas que los ojos se niegan a derramar.
Sir William Osler


David Ponce es un osteópata que aplica una visión integral a sus pacientes y en su libro El dolor de espalsa y las emociones explica las bases anatómicas y fisiológicas que justifican por qué las emociones y el dolor suelen ir juntos y a la vez da unas pautas básicas para identificar el origen real del dolor.

El 90 por cien de la población padece o padecerá algún tipo de dolor de espalda. Si separamos el dolor de origen traumático. los accidentes, el dolor por problemas congénitos de la columna o que se asocia a patologías graves, en el resto de casos, investigando un poco, es posible llegar a encontrar la participación activa de las emociones en el origen y perpetuación del dolor.
El autor repasa básicamente las estructuras y su funcionamiento: esqueleto, sistema nervioso, músculos y fascias, incluyendo los tres diafragmas, demostrando, que el cuerpo funciona como una unidad. La particularidad es que todos los huesos (con la excepción del hueso hioides) están unidos entre sí mediante articulaciones. De cada espacio intervertebral salen raíces nerviosas que inervan un territorio concreto. Los nervios para todos los órganos internos salen desde la médula, así que una alteración de la columna vertebral, puede provocar directamente varias alteraciones en los órganos internos, músculos o piel y mediante la inervación tiene conexión con nuestros pensamientos y por lo tanto emociones: El sistema nerviosos, mediante las neuronas, los nurotransmisores y los impulsos eléctricos, permite que el pensamiento llegue hasta el tejido muscular en forma de una acción y, quizás, una contracción (voluntaria o no).Las emociones provocan igualmente respuestas que se traducen en pensamientos conscientes o inconscientes que, a través del sistema nervioso, llegan hasta los músculos, los órganos, los vasos o la piel.

Cuando se afecta la musculatura cervical, por ejemplo, probablemente hay problemas con la esfera intelectual y temperamental; personas que pasan muchas horas leyendo o escribiendo, perosnas que soportan mucha tensión, exigentes y difíciles de contentar.
El dolor en la zona de los hombros y la parte superior de la columna se asocia sobre todo con una sobrecarga- un exceso de responsabilidad, imposibilidad de llevar a acabo todas nuestras obligaciones.
Las alteraciones en brazos y manos se relacionan con la falta de libertad y la imposibilidad de dar a los demás y compartir.
Las alteraciones de la zona dorsal a menudo se relacionan directamente con las emociones. Si nos fijamos en las personas que han recibido una noticia desagradable, la zona más afectada es la del centro frénico; falta la respiración y se ven afectados el diafragma, los pulmosnes y el corazón.
En la zona lumbar confluyen los miedos, las dificultades económicas, la imposibilidad para tirar adelante y la sexualidad.
Finalmente, al hablar de las alteraciones de las extremidades inferiores,haremos referncia a personas a quienes les cuesta tirar adelante, cuyo camino se trunca, cuyas rodillas se doblany tienen dificultades y tropiezos en la vida.

El dolor es un tema muy importante: según David tenemos que saber escuchar, interpetar, vehiculizar y vivir con el dolor. El dolor es un perro guardián de la salud; nos avisa con sus ladridos que algo no funciona. Ayudar a reflexionar sobre el entorno y sobre uno mismo puede contribuir a identificar las causas del dolor.

La coherencia y el equilibrio emocional son las bases de la calma corporal. Si aprendemos a gestionar el cerebro emocional con el intelectual, nuestro corazón encontrará la felicidad.
David subraya la importancia de la actividad física en mantener una buena salud según el dicho en latín MOTUS VITA EST, EL MOVIMIENTO ES VIDA. La actividad física del sistema musculo-esquelético estimula la circulación sanguínea y la circulación limfática, cómo también el sistema digestivo-excretor. También aconseja en su libro sobre una alimentación adecuada y descanso reparador para el mantenimiento de un estado de salud óptimo.

En resumen, somos nosotros mismos quienes mejor podemos empujarnos a corregir los errores y esforzarnos para cuidar de nuestro propio bienestar.