jueves, 4 de julio de 2019

FESTIVAL SHANTI OM 2019


El segundo fin de semana de junio tuve el privilegio de poder participar en el Festival de Yoga Shanti Om, el más grande y sin duda más guay en Galicia, que se organizó en Santa Comba ya por la cuarta vez. Fue el año pasado, cuándo visité este festival por primera vez y quedé encantada. Por lo tanto, cuando salieron las entradas para la edición de este año, fui entre las primeras personas que se compraron el bono para los tres días y marqué en el calendario el 14, 15 y 16 de junio cómo tiempo dedicado exclusivamente a Yoga, Danza, Meditación y Bienestar.

La verdad es que con cuatro salas y por lo tanto cuatro actividades a la vez fue muy duro escoger, elegir. Aunque practico el Yoga desde hace muchos años, el siddhi de multiplicarse no lo tengo dominado aún. Y así me iba buscando el camino entre salas, talleres y actividades a lo largo de la tarde de viernes, el sábado todo el día y buena parte del domingo. Fui muy contenta con todas mis elecciones, aprendí muchísimo. El viernes fui directa a Biodanza. Luego me iba enterar por fin de que va eso del Bowspring, pero no llegó el profe, y opté por explorar el sitio de la acampada, construir mi casita y esperar a mis amigas yoguinis. Por la noche disfrutamos ya juntas del concierto de Carrie Tree, muy dulce.
  


El sábado a tope. A las nueve de la mañana me dispuse a sudar en clase de Vinyasa, seguida por Yoga de los 5 elementos (un concepto muy parecido al que utilizo yo en el Eco Yoga). En la siguiente clase por fin conocí la práctica del Bowspring, descubrí los fantásticos beneficios del Yin Yoga, cosa que también incluyo en el Eco Yoga, con la diferencia que lo llamo Yoga orgánico o movimiento orgánico.
Tengo que admitir que después de comer aproveché el Nidra Experience de Amrita Love Sound para echarme una reconstituyente siesta, que me vino de perlas. Fue seguida por la Danza de la vida y luego ya no aproveché la posibilidad de la última clase, dado que nos decidió visitar el Sol después de unos días nublados, y así preferí socializar en la parte de fuera, entre los puestos de feria, con conocidos nuevos y antiguos. Por la noche nos deleitó otro concierto, de Sirgun Kaur Khalsa, que era como un bálsamo para el alma.
El domingo empezó fuerte, con Rocket Yoga a las nueve en punto, seguido por Yoga Tibetano y una experiencia chamánica a través de la Danza de los 5 ritmos...y luego, para mí lo mejor del festival. Una charla/actuación/cuentacuentos de Mario San Miguel. Me hizo reír, me hizo llorar, reí llorando y lloré riendo, mientras reflexioné sobre cuestiones muy profundas y complejas para recordarme que todo es muy simple y sencillo. Gracias, Mario. Por la tarde fui a escuchar el concierto de Adrián Barreiro Y compartí las últimas maravillosas vibraciones del festival con la música de Amrita. Marché más ligera, más alegre, más agradecida a la vida, en unión conmigo misma y con los demás. Gracias Shanti Om.



No hay comentarios:

Publicar un comentario