domingo, 23 de noviembre de 2014

ANTIGIMNASIA

Una invitación a descubrir y habitar su cuerpo

La Antigimnasia o Antigym es un original método de trabajo corporal creado por la fisioterapeuta Thérèse Bertherat. Los movimientos sutiles y potentes que el profesional propone en sesiones con pequeños grupos, permiten conocerse mejor y recobrar su cuerpo. Sesión tras sesión, se recupera movilidad, vitalidad, salud y autonomía.

Un viaje a través de su cuerpo

Practicar la Antigym es emprender en un viaje a travès de su propio cuerpo y su historia. Usted descubre cómo, a lo largo de su vida, su cuerpo se ha ido organizando, protegiendo, adaptado sutilmente. Aprende a tener una percepción y un conocimiento de su cuerpo más intímo, más exacto, más autónomo.

Alcanzar nuevos territorios

Cada sesión de Antigym supone la oportunidad de descubrir, redescubrir, o despertar nuevas zonas de su cuerpo. Al principio, cuando intenta mover ciertos músculos, estos le resultan tan ajenos, ¡que ni siquiera sabe dónde está la palanca que los pone en marcha! Pero, poco a poco, una nueva conexión se establece entre ese músculo desconocido o ignorado y su cerebro. Su vocabulario muscular se desarrolla, se enriquece. Usted explora nuevas posibilidades de movimiento.

Los beneficios de la Antigym

La Antigym no es una terapia. El profesional no es un terapeuta y no trata los síntomas del cliente. El método se dirige más bien a las personas sanas y no sustituye a los consejos del medico. Los efectos terapéuticos de la Antigimnasia se refieren al hecho de que el cliente comprueba a menudo, con el paso  del tiempo, los beneficios del método sobre su salud.
He aquí algunos beneficios del método:
Mejora el tono muscular y la movilidad.
Favorece la flexibilidad y el fortalecimiento muscular.
Favorece la disminución del estrés, las tensiones vinculadas al trabajo, a las actividades cotidianas.
Favorece la disminución de los dolores musculares crónicos: dolores de espalda, nuca, hombro…
Mejora la respiración, la digestión, la circulación venosa, la energía sexual.
Desarrolla la motricidad, la coordinación, la orientación, afina las percepciones sensoriales.
Mejora la confianza en uno mismo.

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