La creación de
mundo se reproduce cada año, es la eterna repetición del milagro de
renovación cosmológico, que transforma cada Año Nuevo en una
inauguración de una era, y permite el retorno de los muertos a la vida.
En este periodo el dios (el
padre celestial, símbolo del sol y de la luz) nace de la diosa (madre tierra) durante el solsticio
de invierno, en el momento de oscuridad máxima y el reinado de
los espíritus malignos. Así como después del
solsticio empieza a alargarse el día y aumenta la luz, así crece
el poder del dios solar, el cual vencerá la oscuridad en
primavera. En la víspera de 1 de mayo (la noche Valpurgis o Beltaine) el dios y la
diosa hacen el amor y conciben el nuevo dios que nacerá otra
vez en el solsticio de invierno. Mientras tanto el viejo dios envejece y se
debilita. Muere en la víspera de 1 de noviembre, o sea en la festividad de Samhain.
Podemos comprobar la concepción del
fin y del comienzo de un periodo temporal fundado en la observación de
los ritmos biocósmicos y de la regeneración periódica
de la vida.
Las fiestas de Yule (del nórdico antiguo: Jul) se celebran cada solsticio de invierno. La
fiesta pagana de Júl tiene
su origen en la Escandinavia precristiana. Constituía sobre todo una fiesta
de la familia y estuvo siempre dedicada a la fertilidad. Era una
festividad donde también se
recordaba a los ancestros, los amigos ausentes, y la mesa donde se celebraba la
fiesta se preparaba con esplendor y magnificencia, ante la tumba de los
parientes fallecidos y priorizando la hospitalidad hacia los forasteros.
Las fiestas de Yule se
celebran en el solsticio de invierno: en el hemisferio norte, cerca del 21 de diciembre, y en el
hemisferio sur, alrededor de 21 de junio.
Yule y Yuletide,
al igual que la "Festividad de yalda" (una fiesta invernal iraní), son términos arcaicos indoeuropeos usados
para referirse a la tradición antigua que observa los cambios naturales causados
por la rotación del sol
alrededor de la tierra y sus efectos en la cosecha alimenticia durante el
solsticio invernal o solsticio de invierno. En la celebración de Yuletide, como en aquélla, es costumbre entonar
canciones para proveer así una atmósfera relajada.
En la actualidad se suele
considerar el período
festivo comprendido desde el día de Nochebuena hasta
después del
primer día del año o, especialmente en Inglaterra, hasta
el día de Reyes.
Los
romanos también
celebraban el solsticio de invierno, cuando "el sol vence a las
tinieblas" y empiezan a alargarse los días. La fiesta Saturnales duraba varios días y era cuando el dios
Saturno volvía a la tierra. Al Saturno, dios del fuego y de la buena cosecha,
había que
venerar de la manera que se merece, así que se llevaban a cabo ofrendas. Se le ofrecían al dios de una manera ritual sacrificios humanos, sobre todo niños para paliar su ira y
asegurar una buena cosecha para el próximo año…
Rituales relacionados con
Yule
Encender el leño de Yule, del leño del año
anterior, y hacerlo arder por 12 horas. Luego se esparcían las cenizas por los campos para hacerlos fértiles.
Mantener una vigilia
nocturna para esperar el sol.
Apagar todas las luces y
prenderlas de una a una por frotación.
Dejar una vela encendida en
la ventana.
En estas fechas podemos preguntarnos a nosotros mismos: como y en que aspectos de mi vida puedo convertirme en la semilla de mi propio renacimiento?
No hay comentarios:
Publicar un comentario