El trauma vicario y la importancia de la higiene mental

El concepto de trauma, traumatismo proviene del ámbito de la medicina y se refiere a un daño físico y/o psíquico fuerte. Mientras que la definición da la palabra Vicario es “que ayuda o sustituye a alguien en sus funciones”. Por lo tanto, el trauma vicario o trauma secundario lo pueden sufrir personas que acompañan a otras en situaciones límite, situaciones traumáticas (catástrofes, guerras, violencia, estrés, abusos, accidentes..). Es el efecto acumulativo de escuchar o estar en contacto con las historias de eventos traumáticos de otros. Es el resultado de ser empáticos y sentirse responsable de ellos.

Lo pueden sufrir personas que presencian el sufrimiento ajeno, testigos de situaciones traumáticas, como son el personal médico, psicólogos, bomberos, policías, periodistas...y también intérpretes.

Dado que en este tipo de trabajos, la empatía (ponerse en el lugar del otro, sentir en carne propia lo que le pasa a la otra persona), la implicación emocional e psicológica, sentir responsabilidad por la situación y coger “prestado” emociones suelen ser parte de su desempeño, existe el peligro de sufrir por ayudar a los demás. Y si eres una persona PAS (Personas Altamente Sensibles), el riesgo es aún más grande.

El trauma vicario/secundario recibe también nombres como

❧Desgaste por empatía

❧Fatiga por compasión

❧Síndrome de celador

❧Enfermedad silenciosa

❧Síndrome de salvador

❧Síndrome de burnout

Si no tenemos integradas prácticas de higiene mental en nuestra rutina diaria, el estrés emocional e psicológico (aunque sea de otra persona y nosotros solo estamos expuestos a él) nos puede afectar hasta el cuerpo físico. Los síntomas del desgaste por empatía son varios. Pueden ser de carácter físico ( Insomnio, Pérdida de apetito, Problemas digestivos, Fatiga, Mareo, Temblor etc.), carácter psíquico (Ansiedad, Irritabilidad, Pensamientos recurrentes, Rumiación, Hipervigilancia) o de tipo conductual (Aislamiento, Consumo de drogas, Comportamientos obsesivos etc.)

Entonces, que podemos hacer para poder ayudar sin que suframos nosotras?

❧Formarse, conocer el tema y ser consciente de la posibilidad de que nos pase.

❧Poder compartir con personas que entienden para procesar y descomprimir las situaciones estresantes.

❧ Saber decir no si algo nos sobrepasa (nos puede resonar alguna situación demasiado por alguna experiencia previa nuestra).

❧ Separar la vida privada y profesional (rituales al llegar a casa, simples pero simbólicos para dejar atrás el trabajo y los problemas relacionados con él).

❧ Autocuidado físico general: descanso, alimentación, movimiento

❧ Sobre todo bajar los niveles de estrés con hábitos de higiene mental y técnicas como la meditación, meditación guiada, relajación, visualización, respiración consciente y Mindfulness

Existen muchos artículos e vídeos con estas técnicas, que puedes incorporar en tu día a día, para conseguir un bienestar mayor aún antes de sufrir cualquier tipo de problema. No esperes para sentirte mal a cuidar tu salud mental y emocional!

*En Noviembre 2020 impartí un webinar con este tema dentro de la Semana de la Ciencia y la innovación de Madrid, participando en el bloque Interpretación telefónica: ciencia y humanidades para una mejor calidad de vida de la empresa Dualia.